¡Hola cocinillas! Por aquí seguimos, en la cocina, aunque no dejemos constancia de ello en el blog. Cocinar sigue siendo un ratito de creatividad, de diversión, de disfrute, de recuerdos, de nostalgia, de crear nuevos recuerdos, de inventar, de probar, de jugar y sobre todo de bienestar. Así que sí, seguimos haciendo cosillas aunque no le demos la visibilidad propia de esta vida "moderna".
En esta ocasión os vamos a dejar una sencilla receta, adaptable a versión sin azúcar, sin lactosa y sin gluten. La hemos decorado con motivo amoroso, varios corazones, coincidiendo con el día de San Valentín pero no os dejéis llevar por eso. ¿El resultado? Un bizcocho denso, muy bajo en carbohidratos, con mucho sabor a fruto seco con chocolate. La textura es tipo "crocanti" al no estar la avellana totalmente triturada. Os recomiendo, muy mucho, la cobertura de chocolate ya que aporta un contraste brutal con el sabor de la avellana y el poco dulzor del bizcocho. Podéis usar un molde básico redondo de unos 22-24 cms de grosor o incluso moldes individuales pequeños (en ese caso hay que ajustar el tiempo de horneado). Al no ser un bizcocho que suba, no sé si podríamos llamarlo tarta, no es necesario un molde excesivamente alto. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
155 gr de mantequilla sin sal
125 gr de azúcar ó 60 gr de xilitol en polvo
4 huevos L
35 gr de harina de trigo (puedes usar cualquier otra sin gluten)
100 gr chocolate negro sin azúcar (o cualquier otro de tu elección)
250 gr de avellanas
250 gr queso fresco o ricotta
1/2 cucharadita de sal
Para decorar:
un puñado de avellanas
80 gr de chocolate negro s/a
80 gr nata líquida para montar
ELABORACIÓN:
En primer lugar ponemos las avellanas en la turmix y trituramos, no hay que dejarlas completamente molida en polvo. Reservamos. Picamos también el puñado de avellanas para decorar y reservamos. Picamos el chocolate en trocitos pequeños y reservamos. Separamos las claras de las yemas y montamos las claras hasta que se formen picos. Reservamos. Con la ayuda de unas varillas (manuales o eléctricas o en un robot de cocina) montamos bien la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar o edulcorante hasta que quede una textura pomada. Vamos agregando las yemas de huevo y batimos bien. Por último, incorporamos el queso fresco o ricotta. Seguidamente, incorporamos y mezclamos con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes la harina, la sal. A continuación, añadimos con movimientos envolventes y poco a poco las claras de huevo montadas. Por último, incorporamos el chocolate picado y mezclamos.
Precalentamos el horno a 160º, calor arriba y abajo y ventilador. Forramos el molde elegido con papel de hornear y vertemos la masa. Cuando el horno esté bien precalentado, metemos dentro el molde y horneamos durante unos 40-50 mins o hasta que al pinchar el bizcocho el pincho salga limpio.
Una vez listo, sacamos del horno y dejamos enfriar unos 15 mins antes de desmoldar y que acabe de enfriar sobre una rejilla. Ponemos el chocolate para decorar en un bol. En un cazo de cocina, calentamos la nata hasta que rompa a hervir. Quitamos del fuego y vertemos sobre el chocolate. Dejamos unos minutos y removemos. Veremos como el chocolate se va derritiendo. Removemos hasta que todo esté bien mezclado. Dejamos enfriar y removemos cada 2-3 minutos. No vertemos directamente sobre el bizcocho. Removemos, vemos que poco a poco va espesando, y dejamos reposar un par de minutos. Removemos y dejamos reposar así hasta que pasen unos 15-30 minutos y veamos que la ganache está espesando. Es entonces cuando sí vertemos sobre el bizcocho y repartimos bien de forma decorativa. Seguidamente decoramos con las avellanas trituradas. A disfrutar.