¡¡Hola cocinillas!! Hoy os traemos lo que por aquí definimos como "un gran descubrimiento". Ya sabéis que somos grandes amantes de la harina de algarroba. Su sabor entre cacao y regaliz nos encanta y la textura que proporciona a galletas y bizcochos también. Además, podemos usarla como sustituto del cacao en polvo para "chocolatear" un vaso de leche. Sí, tal cual o lo cuento. Después de haber preparado nuestra sencilla "nutella sin azúcares añadidos" (podéis ver la receta pinchando en el siguiente enlace: receta nutella sin azúcar) y pensando como darle uso a esa harina de algarroba que te sobra después de haber preparado varios bizcochos con ella se nos ocurrió investigar sobre la posibilidad de elaborar otras recetas y voilà el resultado. Esta crema de algarroba, al igual que la de nutella sin azúcar, se prepara en un santiamén, está riquísima (con pan, con galletas, con un poco de yogur natural e incluso con helado) y es más que saludable porque ya sabéis que no va cargadita de grasas ni azúcares. Se conserva , en el frigorífico en un recipiente tipo tupperware o de cristal, durante unos 5 días (si es que llega a tener una vida tan larga) y por supuesto tiene un sabor con mezcla a algarroba y a avellana. Es apta para todos los públicos ya que no lleva azúcar, podemos usar la leche que mejor se adapte a nuestras necesidades, sólo lleva harina de algarroba y nada de alimentos de origen animal. Dicho todo esto, vamos al lío:
INGREDIENTES:
3 cucharadas de harina de algarroba
una cucharada de mantequilla o aceite
4-5 cucharadas de miel o sirope de ágave
125 ml de leche (vegetal o no. Si nos queda demasiado compacto y cuesta untarla podemos añadir más leche).
200 gr de avellanas trituradas
una pizca de sal
ELABORACIÓN:
En primer lugar trituramos las avellanas con la ayuda de un robot de cocina. En un cazo ponemos a calentar la leche, la miel o sirope, la mantequilla o aceite y las avellanas trituradas. A continuación, cuando empiece a estar caliente pero sin hervir, incorporamos la harina de algarroba y la pizca de sal. Removemos bien y cuando todos los ingredientes estén bien integrados (podemos corregir el dulzor a nuestro gusto añadiendo algo de azúcar, edulcorante en polvo o líquido e incluso más miel o sirope) y se haya formado una pasa apartamos del fuego y vertemos en un tupperware o en un bote de cocina. Dejamos enfriar, tapamos y llevamos al frigorífico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario