¡Hola cocinillas! Pues ya sabéis que le tengo cierto reparo a lo de cocinar con chocolate, especialmente a las coberturas y baños: acabo manchándolo todo, a veces no consigo que se funda bien, a veces en lugar de un baño de chocolate parece una escabechina....pero en ocasiones me "envalentono" y me atrevo y consigo resultados interesantes, en mi humilde opinión. Por otro lado, encontrar chocolatinas sin azúcar y "comestibles" es bastante complicado. Pero, estas snickers casi que superan a las originales en sabor: ese maravilloso contraste entre el dulzor del chocolate y endulzantes y el salado de los cacahuetes y la propia sal. Además de que, al ser caseras, son totalmente libres de esa larga lista de E- y conservantes varios. Son super sencillas de preparar, la cantidad que sale depende en gran medida del tamaño que quieras conseguir y se conservan perfectamente envueltas en papel film en el congelador, así que siempre las puedes tener a mano. Y ya veréis los ingredientes, de lo más normalitos. Receta apta para versión sin azúcar, sin lactosa, sin gluten y vegana. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
Para la base:
125 gr de copos de avena
2 cucharadas de aceite de coco (se puede usar mantequilla fundida o aceite de oliva que no sea virgen extra con intenso sabor)
50 gr de sirope de ágave o miel
una pizca de sal
Para la crema:
30 gr de harina de coco ( no es coco rallado) o de harina de avena
una pizca de sal
un puñado de cacahuetes sin sal y sin freír (sin picar ni nada)
120 gr de mantequilla de cacahuete
60 gr de sirope de ágave o miel
Para la cobertura:
70-90 gr de chocolate (negro o con leche, al gusto)
ELABORACIÓN:
Elegimos el molde. Yo usé uno alargado y poco ancho de metal. Lo forramos con papel de hornear. Reservamos. Trituramos un poco los copos de avena con un robot de cocina, no deben quedar totalmente triturados como si fuera harina. En un bol mezclamos todos los ingredientes de la base y la extendemos, apretando bien con los dedos, en el molde. Veréis que sale poca cantidad, podéis doblar los ingredientes si queréis que la base sea más gordita. Yo no forré toda al base del molde, si no la mitad para alcanzar el grosor que quería. Reservamos en el congelador durante un mínimo de 30 minutos. Preparamos la crema mezclando todos los ingredientes menos los cacahuetes. Sacamos el molde del congelador y vamos extendiendo la crema apretando bien con una cuchara. Una vez extendida la crema, repartimos los cacahuetes sobre ella y los apretamos bien con los deditos o con una cuchara. La crema debe cubrir la base así que el grosor dependerá del resultado que queramos conseguir. Reservamos de nuevo en el congelador al menos durante media hora.Sacamos el molde del congelador, desmoldamos y cortamos las chocolatinas, ancho y largo a nuestro gusto. Ponemos un vaso de agua generoso en un cazo y lo calentamos. Sobre el cazo ponemos un bol con el chocolate troceado y dejamos que se funda al baño maría a temperatura media. Una vez fundido el chocolate, apartamos el bol del cazo de agua y con la ayuda de dos tenedores vamos bañando las chocolatinas. Una vez cubiertas en chocolate las colocamos sobre un plato o bandeja con papel de hornear y dejamos que se enfríen, a temperatura ambiente o en el frigorífico o congelador.
Usando la misma receta y adaptando las cantidades podéis preparar unos ricos bombones. Sólo necesitáis una cubitera o molde para bombones de silicona:
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