¡Buenas cocinillas! Temporada de fresas y no podíamos dejarla pasar sin añadir otra tarta con este ingrediente. Vamos a tener que crear una etiqueta sólo para las fresas. ¡ Es que son tan socorridas, coloridas y apañadas! La receta no entraña complicación alguna salvo respetar los tiempos para que cuaje y además es bastante versátil para la base y la decoración. Podéis usar la tradicional base de galletas y mantequilla (más calórica pero cuestión de gustos) o una base más saludable con avena y/o frutos secos. Para decorar podéis usar mermelada de fresa (casera o no), nata montada, chocolate o cualquier otra opción que se os ocurra.Vamos al lío:
INGREDIENTES:
Para la base tradicional de galletas:
180 gr de galletas (digestive, maría o a nuestro gusto)
3 cucharadas soperas de mantequilla a temperatura ambiente
Para una base de avena y frutos secos:
60 gr de frutos secos ( mezclados o solamente un tipo a vuestra elección)
1 cucharada sopera de sirope de ágave o miel
60 gr de copos de avena
3 cucharadas soperas de mantequilla a temperatura ambiente
Para la mousse de fresa:
500 gr de fresas
250 gr de nata para montar
3 claras de huevo
100 gr de azúcar ó 50 gr de tagatosa
una pizca de sal
el zumo de un limón pequeño
4 hojas de gelatina
ELABORACIÓN:
En primer lugar forramos con papel vegetal la base del molde elegido. Como no vamos a hornear podemos usar un molde de silicona, de cristal, de aluminio etc. Trituramos todos los ingredientes de la base que hayamos elegido (o con galletas o con frutos secos) y vamos cubriendo la base del molde con dicha pasta apretando bien los dedos y con paciencia. Reservamos en el frigorífico.
Lavamos bien las fresas y las ponemos en un cazo con la mitad del azúcar o la tagatosa. Cocinamos durante unos 10 minutos aproximadamente para que vayan soltando líquido. Hidratamos las hojas de gelatina cubriéndolas con agua hasta que estén blanditas. Pasados los diez minutos, añadimos el zumo de limón a las fresas y trituramos con la batidora. Seguidamente incorporamos las hojas de gelatina hidratadas y mezclamos bien. Dejamos que se vaya enfriando, una media hora aproximadamente. Mientras tanto montamos la nata (es importante meter el brick de nata que debe estar muy fría y el recipiente en el que la vamos a montar en el congelador cinco minutos antes). Reservamos. Montamos las claras junto con el resto de azúcar o tagatosa. Mezclamos el puré de fresa que debe estar templado con la nata montada usando movimientos envolventes y seguidamente incorporamos el merengue de la misma manera. Mezclamos todo bien y vertemos la mousse sobre la base. Dejamos en el frigorífico, el molde debe estar cubierto con papel film para que no se oxide la mousse, durante un mínimo de seis horas o mejor toda la noche. Para decorar, podemos usar unas fresas frescas, un poco de mermelada de fresa, nata montada o cualquier otra idea que nos parezca apropiada. Decoramos antes de servir y conservamos en el frigorífico.
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