¡¡Aquí os dejo un RECETÓN!! Con sabor a toda la vida, una textura maravillosa y facilísimo de preparar. No sé como he podido estar más de un año con esta receta pendiente de elaborar. No hagáis como yo. Consejos importantísimos: tamiza la harina con la levadura para evitar grumos ( a mi se me coló alguno), usa el mismo vaso para todas las medidas, elige bien el molde o te quedará bien altito (como me ha pasado a mi) y aunque el sabor y la textura siguen siendo maravillosos...todos sabemos que las tortas del pellizco son más bajitas para poder comerlas bien " a pellizcos". Las fotos son de la versión con azúcar y sólo la última foto es de la versión con tagatosa. De nuevo el fallo monumental fue que el molde era muy pequeño para tanta masa. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
un vaso de aceite de oliva
un vaso de leche
dos vasos de harina de trigo convencional
un vaso de azúcar ó 1/2 vaso de tagatosa en polvo
un sobre de levadura
una pizca de sal
un chorrito de vino dulce (opcional)
un puñado generoso de matalauva (unas dos cucharadas soperas bien generosas como mínimo)
almendras para decorar
un poco de azúcar o tagatosa para espolvorear
ELABORACIÓN:
Tamizamos la harina con la levadura. En un bol mezclamos bien todos los ingredientes: primero los líquidos y luego agregamos los secos. Engrasamos bien el molde elegido con ayuda de mantequilla o bien usamos papel de hornear. Precalentamos el horno a 170-180º calor arriba y abajo y ventilador. Vertemos la masa en el molde elegido, decoramos con las almendras y espolvoreamos con azúcar o tagatosa y horneamos durante 30-35 minutos o hasta que al pinchar la masa con un palillo o algo similar este salga limpio. Dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldar y dejar enfriar completamente sobre una rejilla. Esta torta se conserva perfectamente durante 4-5 días. También podemos congelar porciones de ella.
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