¡Hola cocinillas! Hoy os traigo una tarta espectacular, preciosa y súper rica. Se puede adaptar perfectamente para que sea sin azúcar, sin lactosa y sin gluten. La elaboración es sin horno y para nada es difícil ni requiere de mucho tiempo salvo la espera en el frigorífico, como buena tarta fría sin horno. Nosotros hemos usado un molde metálico de unos 22 cm de diámetro (cuanto más grande, más baja) que es desmontable y para hacer las esferas de chocolate un molde de silicona (lo podéis encontrar fácilmente en amazon, aliexpress o en las tiendas habituales donde compreís molde de cocina, es económico). Esta tarta no podemos decir que sea baja en calorías pero tampoco es una tarta hipercalórica y es bastante ligera de tomar. Se conserva perfectamente en el frigorífico, cubierta con papel film, unos tres días y también podéis cortarla en porciones y congelarlas. Así nos aseguramos que siempre tenemos una super merienda disponible y no tiramos nada. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
Para las esferas de chocolate:
100 gr de chocolate (a vuestra elección). Nosotros usamos chocolate negro s/a
75 gr de nata fresca
una pizca de sal
Para la base:
100 gr de frutos secos (a vuestra elección)
Un par de cucharadas soperas de miel o sirope de ágave
2 cucharadas soperas de mantequilla fundida
50 gr de pasas, ciruelas, arándanos, dátiles o un remix
Para la crema de queso y pistacho:
60 gr de pistachos pelados y troceados
200 gr de queso de untar (puede ser light o normal)
3 hojas de gelatina
250 gr de leche
75 gr de nata fresca
azúcar/edulcorante al gusto (unos 70 gr de azúcar/30 gr de tagatosa en polvo o edulcorante líquido)
Para decorar:
un puñado de pistachos pelados y picados
150 ml de nata para montar muy fría
azúcar o edulcorante al gusto
ELABORACIÓN:
En primer lugar, preparamos las esferas. Para ello pintamos muy ligeramente el molde de silicona con un poco de aceite para ayudar a desmoldarlas luego. Ponemos a fuego lento al baño maría la nata con el chocolate y removemos hasta que se derrita completamente. Rellenamos el molde de las esferas y reservamos en el frigorífico.
Forramos con papel de hornear la base del molde elegido y pintamos las paredes con un poco de mantequilla fundida. Preparamos la base mezclando todos los ingredientes y la vertemos en el molde y vamos extendiéndola y apretándola con los deditos. Si queremos que la base suba un poco por las paredes o que quede más gordita solamente tenemos que duplicar ingredientes. Reservamos el molde en el frigorífico.
Seguidamente empezamos a preparar la crema de queso.Remojamos las hojas de gelatina.En un cazo a fuego lento ponemos la nata fresca, la leche, el queso crema y el endulzante y vamos mezclando bien. Cuando rompa a hervir quitamos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina bien hidratadas así como los pistachos picados. Esperamos que enfríe un poco y añadimos la crema sobre la base de frutos secos del molde que tenemos en la nevera. Cubrimos con papel transparente y dejamos enfriar en el frigorífico un mínimo de 4 horas, mejor si es de un día para otro. Finalmente, decoramos. Para ello necesitamos montar la nata (debe estar muy fría y es aconsejable meter el vaso de la batidora y el brick de nata en el congelador 10 minutos antes de montar la nata. Si usamos la thermomix basta con picar hielo en el vaso y secarlo muy bien antes de verter la nata). Ponemos la nata y el endulzante en el vaso de la batidora y montamos. Vamos colocando sobre la tarta las esferas de chocolate desmoldadas. Ponemos la nata montada en una manga pastelera y vamos decorando los espacios de la tarta. Finalmente, espolvoreamos un puñado de pistachos picados.
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