¡Hola de nuevo! Hoy os dejo una receta perfecta porque cumple con básicamente todos nuestros requisitos: rápida, sencilla y deliciosa. Se trata de una granola casera sin horno que se prepara en menos de 15 minutos y se conserva en perfecto estado en un tuppeware durante algo más de un mes. Va genial en el desayuno y en la merienda con un poco de leche o incluso yogur natural, en este caso incluso se puede usar para acompañar al típico yogur que nos solemos tomar después de la cena. La podéis elaborar con cualquier cereal, por ejemplo copos de avena si no tenéis copos de centeno. Podéis usar dátiles o ciruelas si no os gustan las pasas, e incluso arándanos pero os recomiendo uno de ellos. También podéis cambiar las avellanas por cualquier otro fruto seco (nueces, cacahuetes, anacardos, almendras, etc) o por un remix de frutos secos. Y por supuesto que podéis usar el chocolate que más os guste (negro, con leche, con o sin azúcar, con o sin lactosa, etc). Esta granola es perfecta para tenerla en casa, para jóvenes y no tan jóvenes y sobre todo para evitar tomar esas granolas cargadas de azúcares. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
200 gr copos de centeno o cualquier otro cereal
50 gr de pasas
50 gr de chocolate negro s/a picado
50 gr de avellanas
50 gr de miel o sirope de ágave
1 cucharada sopera generosa de cacao sin azúcares añadidos
ELABORACIÓN:
En un bol ponemos todos los ingredientes menos los copos de cereal. Reservamos. En una sartén ponemos los copos de centeno a fuego medio y vamos removiendo y tostando durante 10 minutos aproximadamente. Es importante evitar que se quemen por eso no debemos poner el fuego a mucha potencia e ir removiendo. Una vez tostados los copos los agregamos al bol con el resto de ingredientes y removemos bien hasta que todos se fundan y combinen. Dejamos que se enfríen y guardamos en un recipiente bien cerrado tipo tupperware. Podemos añadir más chocolate o miel/sirope en función del dulzor que queramos conseguir.
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