Últimamente ando poniéndome retos cocinillas, es decir, intentando aprender y aplicar cosas nuevas para no caer en la rutina de lo "ya conocido" que aunque funciona resulta poco estimulante. Además de andar peleándome con la masa madre para la elaboración de pan también estoy aplicando la misma actitud con las recetas dulces. Esta tarta es un ejemplo. Creo que es mi segunda layer cake y la primera que publico en el blog. Una layer cake no es más que una tarta con varias capas de bizcocho rellenos con alguna crema o mermelada. Suelen ir recubiertos, aunque no siempre,con esa misma crema u otra diferente.
Para realizar esta tarta no hay que tener ningún tipo de master ni doctorado cocinillas. Basta con tener las herramientas necesarias, un buen molde y una manga pastelera con boquilla (con una casera no va a quedar tan bonito) y una buena organización para que no resulte "un tostonazo". Si las tenéis, podéis usar artilugios más sofisticados como un cortador de bizcochos, la kitchen aid, una base giratoria etc pero os aseguro que no son necesarios. Es conveniente que el molde del bizcocho no tenga más de 22 cm de diámetro para que alcance algo de altura. Yo usé uno con base desmontable. También podéis usar moldes especiales para layer cakes, si tenéis, y de esta forma puede que os salgan tres pisos en lugar de dos. Esta tarta es perfecta para una celebración o evento especial, está deliciosa y no es nada empalagosa (os lo prometo) y la crema no lleva kilos de mantequilla. Evidentemente no es una tarta baja en calorías pero si os coméis una porción de tamaño normal tampoco es una receta prohibitiva.
En cuanto a la organización/elaboración mi consejo es que el día anterior dejéis listo el bizcocho y la mermelada de fresa casera (podéis usar mermelada de bote pero evidentemente la cosa cambia). De esta forma nos ahorramos echar una "peoná"de tiempo en la cocina además de que los sabores se asientan, el bizcocho también y ambos están perfectamente fríos. También podéis hacerlo todo el mismo día pero debéis dejar que el bizcocho y la mermelada se enfríen completamente, es decir, nada de prisas. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
*Para el bizcocho:
4 huevos enteros L
2 yemas de huevo
300 gr de buttermilk (ponemos 280 gr de leche entera con 20 gr de zumo de limón y dejamos reposar 10 minutos hasta que la leche se corte)
una pizca de esencia de vainilla (opcional)
345 gr de harina de trigo
200 gr de azúcar ó 90 gr de tagatosa en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
17 gr de levadura (tipo Royal)
1/2 cucharadita de sal
200 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente y cortada en daditos pequeños
*Para la mermelada de fresa:
250 gr de fresas
una cucharada sopera de maizena
40 gr de agua + 2 cucharadas soperas
100 gr de azúcar ó 60 gr de tagatosa en polvo ( también podéis usar edulcorante líquido si preferís)
*Para la crema de mascarpone:
400 gr de mascarpone
300 gr de nata líquida para montar
una pizca de esencia de vainilla (opcional)
75 gr de azúcar glas ó 60 gr de tagatosa en polvo
Almendras laminadas para decorar (opcional)
Para preparar el bizcocho, mezclamos bien los ingredientes secos y los tamizamos ( la harina, el bicarbonato, la sal, la levadura y el azúcar o tagatosa). Le añadimos la mantequilla y mezclamos bien hasta que tenga la consistencia de arena mojada. Agregamos los huevos con la esencia de vainilla y batimos bien unos minutos. Vamos añadiendo poco a poco la buttermilk. Precalentamos el horno a 170º, calor arriba y abajo y el ventilador depende de vuestro horno (yo se lo puse). Engrasamos bien el molde con mantequilla y un poco de harina. Podéis ponerle papel vegetal en la base. Vertemos la mezcla y horneamos durante 35-40 mins o hasta que al pincharlo el pincho salga limpio. Una vez listo, lo sacamos del horno y lo dejamos enfríar dentro del molde durante 15 mins aproximadamente. Desmoldamos y dejamos que enfríe sobre una rejilla. Si vamos a preparar la tarta el día siguiente, cuando el bizcocho esté bastante templado sin llegar a estar completamente frio lo envolvemos en film transparente y lo dejamos así hasta usarlo.
En un cazo, ponemos todos los ingredientes (las fresas sin hoja y en trozos, el azúcar o tagatosa y el agua). Cocinamos a fuego medio y cuando empiece a hervir añadimos la maizena disuelta en un par de cucharadas de agua. Removemos y dejamos cocinar hasta que las fresas se deshagan y el agua se consuma. Pasados unos 15-20 minutos podemos batir con la batidora para acelarar el proceso. Retiramos del fuego, vertemos en un recipiente o tupperware y dejamos enfriar hasta su uso.
Llegado el día, para montar la nata, ésta debe estar muy fría y ayuda enfriar el vaso de la batidora (basta con meterlo 15 minutos en el congelador). Vertemos la nata y el azúcar o tagatoa y montamos. Ojo con no sobremontarla. Una vez que coja cuerpo estará lista. Le añadimos el mascarpone y mezclamos bien con las propias varillas de la batidora con las que hemos montado la nata. Vertemos la crema en una manga pastelera con su boquilla.
En el momento del montaje debemos cortar el bizcocho en dos partes, ojo con el corte ya que deben quedar dos copas con un grosor similar. En el plato o base elegido ponemos la basa del bizcocho. Rellenamos con mermelada de fresa la parte central de la plancha de bizcocho. Con ayuda de la manga pastelera, ponemos crema en el borde ( si nos imaginamos una diana el centro sería la mermelada y el aro exterior la crema) y sobre la mermelada. Extendemos un poco la crema con la ayuda de una espátula o cuchillo de untar. Colocamos la segunda capa de bizcocho. Cubrimos todo el exterior con crema dejándola lo más lisa que podamos, ponemos mermelada en el centro de la capa final de bizcocho y hacemos unos adornos de crema con la ayuda de la manga pastelera.
Se conserva perfectamente en el frigorífico durante un par de días cubierta con papel transparente. También podemos cortar la tarta en porciones, forrarlas con papel transparentes y ponerlas en el congelador. Sólo tenemos que sacarlas del congelador unas 3-4 horas antes de tomarla y se conservará en perfecto estado.
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