jueves, 4 de enero de 2018

Galette de rois

¡Bienvenidos al 2018! Sí, aquí seguimos con recetas dulces navideñas. Si lo pienso detenidamente, tampoco tiene que ser esto sinónimo de abandonar los buenos hábitos alimenticios. Vamos al grano. La galette de rois es el equivalente al roscón de Reyes que toman nuestros vecinos franceses. Ya que andamos con tanta innovación y adaptación de recetas extranjeras, pues por qué no otra más. Que conste que tengo el roscón de Reyes en marcha (a ver si esta vez sí que queda como deseo y me da tiempo a echarle todas las fotos necesarias para el paso a paso y a compartirlo en Cooking Bits, aunque sea para el próximo año). No veo inconveniente alguno en preparar ambas recetas, esta galette y nuestro roscón, ya sea en esta época navideña o en cualquier momento del año. No me digáis que los polvorones y turrones no saben a gloria cualquier día de verano en la playa. Esos sí, os admito que la galette es menos laboriosa que el roscón y si hay alguien con menos tiempo pero queriendo elaborar algo casero o bien poco amante de la masa del roscón, quizás esta puede que sea la receta que necesita.
  Aunque existen muchas versiones de la galette de rois, al igual que ocurre con los rellenos y exteriores del roscón de Reyes, por aquí optamos por una receta bastante clásica. Los ingredientes son muy básicos y podríamos resumir la respuesta a la pregunta "¿pero qué es una galette de rois?" diciendo que es un pastel de hojaldre relleno de crema pastelera y frangipane (una mezcla de yemas de huevo, almendra molida y azúcar). Vamos al lío:

INGREDIENTES:
dos planchas de hojaldre (pueden ser rectangulares o redondas, congelado o refrigerado e incluso hecho en casa)
un huevo para pintar
150 gr aprox de crema pastelera (os recuerdo una receta: crema pastelera casera)
*para el frangipane:
100 gr de almendra molida
50gr de tagatosa en polvo ó 75 gr de azúcar
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente (margarina no)
1 huevo L
1 yema
una cucharadita de ralladura de naranja
una cucharadita de ron o cointreau (opcional pero recomendable)

ELABORACIÓN:
  En primer lugar preparamos la crema pastelera y la reservamos en la nevera hasta que enfríe completamente. Podemos prepararla el día previo. No olvidéis cubrir la crema con papel film transparente. En otro bol, preparamos el frangipane. Mezclamos todos los ingredientes hasta formar una crema, No deben quedar pegotones de mantequilla. Reservamos. 
  Cogemos una de las planchas de hojaldre. No la estiramos y la colocamos sobre el papel de hornear que vayamos a usar posteriormente. Con la ayuda de un plato o un recipiente redondo recortamos un círculo de unos 20-22 cm de diámetro. Está es la base de nuestra galette. Cubrimos con parte del frangipane dejando dos centímetros en el borde sin cubrir. Cubrimos con la crema pastelera. Finalmente, cubrimos la crema pastelera con la otra mitad del frangipane. Pintamos el borde de dos cms con huevo batido.
  Cogemos la otra plancha de hojaldre, tampoco la estiramos. La ponemos sobre papel vegetal y cortamos en forma circular, ayudándonos con un plato o recipiente redondo, unos 22 ó 24 cm. Es decir, debe ser dos cms más ancha que la base (para poder cubrir bien el relleno y poder sellar). Cubrimos con esta plancha de hojaldre la galette y sellamos bien los bordes. Si el borde ha quedado un poco feo se puede volver a recortar un poquito con la ayuda de algún cortador o un cuchillo. Cubrimos la galette con papel film transparente y la guardamos en la nevera durante al menos dos horas. Yo la dejé toda la noche. Antes de hornearla, pintamos la galette con huevo batido. Hacemos, con la ayuda de un cuchillo, muescas en las bordes como decoración. Con la parte que no corta de un cuchillo hacemos varios cortes desde dentro hacia fuera (decoración típica de la galette). es importante no cortar la masa y pinchamos en varios puntos en la parte más exterior. Una vez que el horno esté bien precalentado, horneamos a 185º , calor arriba y abajo y ventilador durante 30-35 mins hasta que esté dorada. La bandeja debemos colocarla a media altura pero nunca cerca de la resistencia superior para evitar que se queme. Una vez lista, sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla. La podemos tomar templada o completamente fría.


















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