Hacía mucho tiempo que no preparaba galletas, no es mi punto fuerte además de que suelen se bastante entretenidas, y que quería preparar esta receta. Se trata de una receta para preparar unas galletas maría de toda la vida, una receta nada laboriosa que da como resultado galletas con el sabor de las galletas de toda la vida y que además crujen, algo poco común cuando se preparan galletas sin azúcar. La receta original la podéis encontrar en el siguiente enlace: Galletas María de Avena. Su autora lleva un blog que os recomiendo "My sweet carrot cake" porque podéis encontrar recetas originales y muy saludables. El único aspecto novedoso en cuanto a los ingredientes es la harina de avena. Aporta un sabor delicioso, esa es su función. Si lo preferís, podéis usar harina de trigo normal aunque os recomiendo la harina de avena, podéis comprarla ya elaborada o triturar vosotros mismos los copos de avena en un robot de cocina hasta que se hagan polvo. Con esta receta salen aproximadamente entre 30-35 galletas, depende del grosor y el tamaño elegido. Se conservan perfectamente en un tupperware u otro recipiente hermético forrado con papel vegetal o una servilleta durante una semana. Están riquísimas, perfecta para niños y niños mayores. Creo que una vez que las probéis difícilmente las volveréis a comprar. Para darle la forma yo utilicé un cortapastas redondo y un sello. Con la ayuda de un tenedor le hice los puntitos del borde. Vamos al lío:
INGREDIENTES: (para unas 30-35 galletas)
350 gr de harina de avena
110 gr de aceite de oliva
1 huevo L
1 cucharadita de esencia de vainilla
110 gr de azúcar ó 70 gr de tagatosa en polvo
una pizca de sal
una cucharada sopera de levadura
ELABORACIÓN:
En un bol tamizamos la harina junto con la sal y la levadura. Reservamos. En otro recipiente mezclamos y batimos bien el aceite de oliva, el huevo, la esencia de vainilla y el azúcar o tagatosa. Debe quedar una textura espumosa. Poco a poco vamos añadiendo los ingredientes secos. Podemos ir mezclando con una cuchara y a continuación con las manos. La masa no debe pegarse a las manos. Estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, el grosor debe ser uniforme. Si fuera necesario usamos papel vegetal para ayudarnos a estirar la masa. Cortamos las galletas con el cortador elegido y las decoramos al gusto. Las ponemos sobre la bandeja del horno forrada con papel vegetal. Refrigeramos en la nevera mientras terminamos de cortar el resto de las galletas.
Precalentamos el horno, calor arriba y abajo y ventilador, a 180º. Metemos la bandeja en el horno y horneamos durante 10-12 mins. Estad atentos por si necesitárais menos tiempo. Cuando veamos que estén doradas las sacamos del horno. Dejamos que se enfríen unos 5 minutos aproximadamente para que no se rompan. Las trasladamos a un rejilla y las dejamos que enfríen completamente. Guardamos en un recipiente hermético.
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