domingo, 12 de febrero de 2017

Mugis o corazones de crema

 ¡Hola! Pues aunque no lo creáis no soy nada de la próxima fecha comercial que se aproxima: San Valentín. Sin embargo, me gustan mucho las recetas que veo en esta época y al final siempre acabo cayendo y preparando alguna. En el menú principal tenéis una entrada llamada "San Valentín" donde podéis echar un vistazo a las anteriores.
   Sobre esta receta, los mugis, poco os voy a decir. He aprendido que se llaman de forma diferente según la zona en la que nos encontremos: mugis, orejas, raquetas, etc. Se trata de una masa hojaldrada y un poco de crema pastelera en el centro. Os prometo que no es dificíl de preparar, yo creo que el resultado ha sido muy bueno para ser la primera vez , pero sí que es una receta laboriosa que requiere un poquito de planificación, es mejor en dos días. Era tanto el pavor que me daba hacerla que llevo dos años posponiendo el momento de hacer estos mugis. Eso sí, os confieso que no será la última vez. Además, quedan tan bonitos y vistosos. 
  Bueno no me enrollo más, os animo mucho muchísimo a que os atreváis. Os va a encantar seguro. Os dejo el enlace del blog que seguí al pie de la letra y donde también podéis ver un detallado paso a paso en fotografías: Rico sin azúcar, corazones de crema

INGREDIENTES: (para 10-12 mugis)
Para la masa:
250 gr harina de fuerza
10 gr levadura fresca
1 huevo mediano
95 gr de leche tibia (puede ser leche vegetal)
25 gr de tagatosa en polvo ó 50 gr de azúcar
una pizca de sal
125 gr de mantequilla ( ni a temperatura ambiente ni muy fría)
una clara de huevo para pintar

Para la crema:
1/2 litro de leche (puede ser vegetal)
la piel de una naranja
4 yemas de huevo
60 gr tagatosa, edulcorante líquido al gusto ó 120 gr de azúcar
media vaina de vainilla o una cucharadita de esencia de vainilla
4 cucharadas de maizena o harina de maíz

ELABORACIÓN:
   Primero preparamos la crema. Separamos algo más de medio vaso de leche y la batimos junto a la maizena y las yemas de huevo. En un cazo ponemos el resto d el la leche, el endulzante , la piel de la naranja y la vainilla Calentamos a fuego lento y vamos removiendo. Cuando esté caliente, sin hervir, incorporamos el vaso de leche con la maizena y las yemas. Seguimos removiendo hasta que espese. Una vez espesa la 
apartamos del fuego, retiramos la piel de la naranja y la vertemos en el recipiente en el que la vayamos a guardar en el frigorífico. Cubrimos ese recipiente con papel film transparente, el papel debe tocar la crema para evitar que se forme una capita en la superficie. Reservamos en el frigorífico.









 Empezamos a preparar la masa.  En un bol grande mezclamos todos los ingredientes menos la mantequilla. Con un robot de cocina o a mano (yo lo hice así) amasamos unos cinco minutos hasta obtener una masa elástica y homogénea. Formamos una bola con ella, cubrimos el recipiente con un paño de cocina y la dejamos reposar en un lugar cálido (por ejemplo dentro del horno cerrado) durante 15 mins. Si hace mucho frío encendemos el horno a 30º. 



 Pasado este tiempo, ponemos un poco de harina sobre la encimera y estiramos la masa con la ayuda de un rodillo. Formamos un rectángulo de unos 40-50 cms de largo y unos 20 cm de ancho. 


Momento clave. La mantequilla, que debe estar suave pero sin que esté a temperatura ambiente , es decir, con algo de cuerpo la integramos en la masa. Para ello la cortamos en rebanadas finas y las colocamos en una mitad de la masa dejando un borde sin mantequilla alrededor.


Doblamos el resto de la masa sobre la parte en la que hemos puesto la mantequilla.


Estiramos la masa de arriba a abajo con cuidado de que no se rompa y formamos un nuevo rectángulo.


Plegamos un tercio de la masa hacia dentro.



Y luego plegamos el otro tercio de la masa sobre el primero. Así obtenemos otro rectángulo y tres capas.


 Forramos la masa con papel film transparente y la metemos en el congelador durante 10 minutos.


Pasado este tiempo sacamos la masa del congelador, ponemos un poco de harina sobre la encimera y la volvemos a estirar en sentido contrario al de los pliegues y  en forma de rectángulo. Volvemos a doblarla en tres pliegues, la forramos con el papel transparente y la volvemos a dejar reposar en el congelador durante 10 minutos. Repetimos este paso tres veces (en total 30 minutos de congelador ). Tras el último pliegue, forramos la masa con el papel transparente y la dejamos enfriar en la nevera durante al menos 12 horas. Mejor de un día para otro.
    Para formar los mugis, volvemos a estirar la masa en forma de rectángulo sobre una encimera con un poco de harina.



Cortamos en tiras de unos 2 cms de ancho y 30 cm de largo aproximadamente. Enrollamos cada tira formando un tirabuzón.


Formamos los corazones y los ponemos sobre papel vegetal de hornear. Marcamos bien el vértice y apretamos bien el cierre. 




Una vez tengamos todos los corazones sobre nuestro papel de hornear puesto en la bandeja del horno los rellenamos con la crema pastelera. Sí, sin base (se quedará pegadita a la masa al hornear). La crema debe llegar bien hasta tocar la masa.






Dejamos reposar los corazones dentro del horno durante una hora. No duplicarán su volumen, sólo se hincharán un poquito. Si hiciera mucho frío ponemos el horno a 30º. Pasado este tiempo sacamos la bandeja del horno y pintamos la masa con la clara de huevo. Precalentamos el horno a 180º (calor arriba y abajo y ventilador).


Horneamos durante 15-18 mins aproximadamente o hasta que veáis que la masa está doradita. Retiramos la bandeja del horno y dejamos que se templen un poco, unos 10 minutos. Pasado este tiempo los ponemos sobre una rejilla para que se enfrien completamente. Recién hechos crujen y saltan las lascas del hojaldre. DELICIOSO. Horas después el hojaldre se pone un poco más blandito. En cualquier momento, riquísimos. Aguantan bien, aunque blanditos, un par de días.







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