¡Hola! Pues aunque no lo creáis no soy nada de la
próxima fecha comercial que se aproxima: San Valentín. Sin embargo, me gustan
mucho las recetas que veo en esta época y al final siempre acabo cayendo y
preparando alguna. En el menú principal tenéis una entrada llamada "San
Valentín" donde podéis echar un vistazo a las anteriores.
Sobre esta receta, los
mugis, poco os voy a decir. He aprendido que se llaman de forma diferente según
la zona en la que nos encontremos: mugis, orejas, raquetas, etc. Se trata de
una masa hojaldrada y un poco de crema pastelera en el centro. Os prometo que
no es dificíl de preparar, yo creo que el resultado ha sido muy bueno para ser
la primera vez , pero sí que es una receta laboriosa que requiere un poquito de
planificación, es mejor en dos días. Era tanto el pavor que me daba hacerla que
llevo dos años posponiendo el momento de hacer estos mugis. Eso sí, os confieso
que no será la última vez. Además, quedan tan bonitos y vistosos.
Bueno no me enrollo más, os animo
mucho muchísimo a que os atreváis. Os va a encantar seguro. Os dejo el enlace
del blog que seguí al pie de la letra y donde también podéis ver un detallado
paso a paso en fotografías: Rico sin azúcar, corazones de crema
INGREDIENTES: (para 10-12 mugis)
Para la masa:
250 gr harina de fuerza
10 gr levadura fresca
1 huevo mediano
95 gr de leche tibia (puede ser leche
vegetal)
25 gr de tagatosa en polvo ó 50 gr de
azúcar
una pizca de sal
125 gr de mantequilla ( ni a temperatura
ambiente ni muy fría)
una clara de huevo para pintar
Para la crema:
1/2 litro de leche (puede ser vegetal)
la piel de una naranja
4 yemas de huevo
60 gr tagatosa, edulcorante líquido al
gusto ó 120 gr de azúcar
media vaina de vainilla o una
cucharadita de esencia de vainilla
4 cucharadas de maizena o harina de maíz
ELABORACIÓN:
Primero preparamos la crema. Separamos
algo más de medio vaso de leche y la batimos junto a la maizena y las yemas de
huevo. En un cazo ponemos el resto d el la leche, el endulzante , la piel de la
naranja y la vainilla Calentamos a fuego lento y vamos removiendo. Cuando esté
caliente, sin hervir, incorporamos el vaso de leche con la maizena y las yemas.
Seguimos removiendo hasta que espese. Una vez espesa la
apartamos del fuego, retiramos la piel
de la naranja y la vertemos en el recipiente en el que la vayamos a guardar en
el frigorífico. Cubrimos ese recipiente con papel film transparente, el papel
debe tocar la crema para evitar que se forme una capita en la superficie.
Reservamos en el frigorífico.
Empezamos a
preparar la masa. En un bol grande mezclamos todos los ingredientes menos
la mantequilla. Con un robot de cocina o a mano (yo lo hice así) amasamos unos
cinco minutos hasta obtener una masa elástica y homogénea. Formamos una bola
con ella, cubrimos el recipiente con un paño de cocina y la dejamos reposar en
un lugar cálido (por ejemplo dentro del horno cerrado) durante 15 mins. Si hace
mucho frío encendemos el horno a 30º.
Pasado este
tiempo, ponemos un poco de harina sobre la encimera y estiramos la masa con la
ayuda de un rodillo. Formamos un rectángulo de unos 40-50 cms de largo y unos 20 cm de ancho.
Momento
clave. La mantequilla, que debe estar suave pero sin que esté a temperatura
ambiente , es decir, con algo de cuerpo la integramos en la masa. Para ello la
cortamos en rebanadas finas y las colocamos en una mitad de la masa dejando un
borde sin mantequilla alrededor.
Doblamos el
resto de la masa sobre la parte en la que hemos puesto la mantequilla.
Estiramos la
masa de arriba a abajo con cuidado de que no se rompa y formamos un nuevo
rectángulo.
Plegamos un
tercio de la masa hacia dentro.
Y luego
plegamos el otro tercio de la masa sobre el primero. Así obtenemos otro rectángulo
y tres capas.
Forramos
la masa con papel film transparente y la metemos en el congelador durante 10
minutos.
Pasado este tiempo sacamos la
masa del congelador, ponemos un poco de harina sobre la encimera y la volvemos
a estirar en sentido contrario al de los pliegues y en forma de
rectángulo. Volvemos a doblarla en tres pliegues, la forramos con el papel transparente
y la volvemos a dejar reposar en el congelador durante 10 minutos. Repetimos
este paso tres veces (en total 30 minutos de congelador ). Tras el último
pliegue, forramos la masa con el papel
transparente y la dejamos enfriar en la nevera durante al menos 12 horas. Mejor
de un día para otro.
Para formar los mugis,
volvemos a estirar la masa en forma de rectángulo sobre una encimera con un
poco de harina.
Cortamos en
tiras de unos 2 cms de ancho y 30
cm de largo aproximadamente. Enrollamos cada tira
formando un tirabuzón.
Formamos los
corazones y los ponemos sobre papel vegetal de hornear. Marcamos bien el
vértice y apretamos bien el cierre.
Una vez tengamos todos los corazones sobre nuestro papel de hornear
puesto en la bandeja del horno los rellenamos con la crema pastelera. Sí, sin
base (se quedará pegadita a la masa al hornear). La crema debe llegar bien
hasta tocar la masa.
Dejamos reposar los corazones dentro del horno durante una hora. No duplicarán su volumen, sólo se hincharán un poquito. Si hiciera mucho frío ponemos el horno a 30º. Pasado este tiempo sacamos la bandeja del horno y pintamos la masa con la clara de huevo. Precalentamos el horno a 180º (calor arriba y abajo y ventilador).
Horneamos
durante 15-18 mins aproximadamente o hasta que veáis que la masa está doradita.
Retiramos la bandeja del horno y dejamos que se templen un poco, unos 10
minutos. Pasado este tiempo los ponemos sobre una rejilla para que se enfrien
completamente. Recién hechos crujen y saltan las lascas del hojaldre. DELICIOSO.
Horas después el hojaldre se pone un poco más blandito. En cualquier momento,
riquísimos. Aguantan bien, aunque blanditos, un par de días.
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