¡¡Ay no tengo remedio!! Me había propuesto colgar más recetas saladas en el blog y aquí estamos con la segunda del año, ¡otra receta dulce!. De hecho tenía prevista colgar otra cosita pero estos bizcochitos están tan sabrosos y jugosos con ese toque de manzana y chocolate y además son tan sencillos y rápidos de preparar que no he podido resistirme. Espero que os ayude , si fuera necesario, a confiar más en los resultados que se pueden obtener al cocinar en casa y por supuesto a pasar olímpicamente de la bollería industrial. Sólo tenéis que organizaros un poquitín, no más.
Sobre los ingredientes, nada especial. La harina de avena se hace triturando (con un robot de cocina o con la thermomix) los copos de avenas que ya se encuentran en cualquier supermercado. Podéis usar harina integral, de trigo normal, de avena e incluso cualquier otra harina como la de sarraceno por si queréis hacer una versión sin gluten. Si no tenéis copos de avena en casa podéis usar sólo harina de trigo aunque os recomiendo el toque de sabor que aporta la avena. Con o sin azúcar, al gusto y necesidad. La cantidad de chocolate ( o chocolate chips) también a vuestro gusto. Mi consejo es que no abuséis, no sólo por cuestiones calóricas sino porque lo ideal en cuanto al sabor es tener un equilibrio entre los ingredientes. Podéis usar las chips o chocolates que más os gusten (con leche, blanco, negro, etc). En nuestro caso usamos chocolate sin azúcares añadidos y lo picamos con la ayuda de un cuchillo pero si tenéis chips de chocolate por casa pues perfecto.
En cuanto al molde, como podéis ver en la foto yo usé un molde de silicona para preparar bizcochitos pequeños. Podéis usar uno similar ya sea redondo, cuadrado , etc y de silicona o metálico. Podéis preparar toda la masa junta en un molde más grande y luego cortar las porciones e incluso preparar magdalenas usando un molde para cupcakes y las cápsulas de papel (de hecho es lo que acabamos de hacer por aquí porque hemos hecho otra tanda ya que nos supo a poco, ¡están tan ricos!). Nota importante: los bizcochitos no deben quedar muy altos por lo que no uséis un molde tipo plum cake de los grandes (los alargados) o uno redondo con boquete en el centro (los redondos de los bizcochos caseros de toda la vida).
Si no os dispersáis y tenéis todos los ingredientes a mano la elaboración no lleva más de 15 mins, al igual que el horneado. Es decir, en una media hora tenemos la merienda más que preparada. Y creo que no se me olvida ningún consejo más. Como siempre, os dejo el enlace con la receta original: Baking with love, bizcochitos de manzana y chocolate. Como podéis observar, la he tuneado, sí otra vez y esta vez fue sin querer . Vamos al lío:
INGREDIENTES: ( para 9 bizcochitos)
Si necesitáis más cantidad pues a doblar ingredientes.
3 huevos tamaño L
50 gr de harina de avena
50 gr de harina de trigo
60 ml de aceite de oliva
una cucharadita de levadura en polvo
una pizca de sal
30 gr de tagatosa en polvo ó 75 gr de azúcar
2 cucharadas soperas de sirope de ágave o miel
chips de chocolate (al gusto). Yo piqué 5 onzas.
un puñado de copos de avena para decorar
1 manzana bien grande ( 150 gr aproximadamente)
ELABORACIÓN:
Trituramos los copos de avena. En un recipiente la mezclamos junto con la harina de trigo, la sal y la levadura. Reservamos. Batimos bien los huevos con un robot de cocina o con un batidor manual. Incorporamos el azúcar o edulcorante y batimos unos cinco minutos. Vamos incorporando poco a poco el aceite mientras batimos. Añadimos la miel o el sirope de ágave. Mezclamos. Pelamos y picamos la manzana en trocitos muy pequeñitos. La incorporamos a la mezcla. Por último, incorporamos el bol con la harina y los ingredientes sólidos con movimientos envolventes y finalmente los trocitos o chips de chocolate.
Precalentamos el horno a 170º, calor arriba y abajo y ventilador. Engrasamos el molde elegido y vertemos la masa. Espolvoreamos con un puñadito de copos de avena. Horneamos durante 15 mins aproximadamente o hasta que al pincharlo con un cuchillo o un palillo éste esté totalmente limpio. Sacamos el molde y lo ponemos sobre una rejilla. Pasados cinco minutos intentamos desmoldar con cuidado para que no se rompa y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla. A disfrutar del desayuno o merienda.
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