La coliflor es uno de esos productos con los que se pueden preparar infinidad de platos, además de la típica coliflor al vapor o cocida acompañada de un poco de mayonesa. Incluso se usa para preparar base de pizza y reducir los farináceos y en repostería, verdad verdadera. En esta ocasión os traigo una receta de lo más sencillo y deliciosa. Sólo requiere una buena coliflor y paciencia. Podéis tomarla en el almuerzo o para cenar siendo un buen acompañamiento para algo de carne o pescado. La cantidad de los ingredientes casi que la dejo a vuestro gusto pues dependerá de la intensidad de sabores que os guste. Si os sobra cantidad simplemente tenéis que guardar la verdura en un tupperware o en un recipiente cubierto con papel film transparente y en el frigorífico. Aguanta bien un par de días. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
500 gr de coliflor (una coliflor pequeña)
un buen puñado de tomates cherry (10-12 tomates)
especias: yo usé la puntita de una cucharita pequeña como medidor.
-cúrcuma
-pimienta
-sal
-curry
-jengibre molido
-canela molida
aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Separa en arbolitos la coliflor, cuanto más pequeños mejor. Reserva. Corta los tomates cherry en dos mitades. Coloca la verdura en el recipiente elegido apto para cocinar en el horno. Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo y ventilador. Riega la verdura con un chorro generoso de aceite de oliva y remuévela . Seguidamente, espolvorea la verdura con todas las especias y remueve bien para que todo la verdura se cubra de la mezcla de especias. Hornea durante aproximadamente 40 minutos o hasta que pinches la coliflor y esta esté tierna. Cuidado con no hornearla demasiado. Notarás que la parte exterior se queda más doradita, con un color precioso. A mi me gusta tomarla caliente o templada pero a vuestro gusto.
Podéis ver la verdura cruda antes de meterla en el horno en la primera fotografía.
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