Tarta de queso crema

    Volvemos con otra receta de tarta de queso. En esta ocasión no necesitamos horno, ni cuajada, ni gelatina, ni huevos....¡muuucho queso! Aunque ya sabéis que no soy muy dada a usar productos como la nata, a veces es necesario hacer una excepción. El resultado de esta receta es una tarta muy suave, tanto en sabor como en textura y por supuesto muy fresquita al tomarla y al prepararla. Quizás no es de mis tartas de queso favoritas (me gustan más las que llevan mascarpone o van al horno) pero aún así el resultado es muy óptimo y a todos les encantó.

    La elaboración de la tarta no tiene dificultad alguna pero por lo que he leído es fundamental que los ingredientes sean los que tienen que ser y en este caso hay que recurrir a determinadas marcas si queremos obtener un buen resultado. Tras prepararla en dos ocasiones el consejo más importante que os puedo dar es que la preparéis de un día para otro. Otra cosa importante, en las recetas que consulté no montan la nata pero yo sí la incorporé tras haberla montado un poco. Para los que contáis carbohidratos, en este caso la ingesta es muy notable.Vamos al lío :)

INGREDIENTES:

-Para la base:

  200 gr de galletas Digestive, las auténticas

  80 gr de mantequilla a temperatura ambiente

-Para la crema de queso:

azúcar o edulcorante al gusto

750 gr de queso crema Philadelphia (no sirve queso light)

200 ml de nata para montar (37,5 % de grasa)

-Para la cobertura:

 1 bote de mermelada de frutos rojos 

ELABORACIÓN:

En primer lugar preparamos la base de nuestra tarta. Forramos el molde desmontable elegido, yo usé uno de aproximadamente 20-22 cm de ancho, con papel transparente. En un bol, mezclamos bien la mantequilla fundida con las galletas trituradas. Estas galletas se pueden triturar fácilmente con las manos. Debemos obtener una pasta que extenderemos bien por toda la base del molde apretando con los dedos. Metemos el molde en el frigorífico. A continuación, ponemos todo el queso y el azúcar o edulcorante en un recipiente y batimos bien, cuesta un poco. Seguidamente, montamos la nata que ha de estar bien fría. Yo suelo meterla en congelador una media hora antes. Si uso una batidora convencional también meto el vaso en el congelador y si uso la thermomix pues trituro algo de hielo antes de montar la nata, y por supuesto seco bien el vaso al retirar el hielo. Una vez que la nata está montada la añadimos al queso. Mezclamos bien hasta que quede una crema homogénea. Sacamos nuestro molde del frigorífico y vertemos la crema de queso sobre la base. Metemos en la nevera, mínimo 8 horas. Un par de horas antes de servir cubrimos con la mermelada elegida. Yo necesité casi el bote entero de mermelada. Le di varios golpes de calor en el microondas y con la ayuda de una brocha pinté la superficie de la tarta. Volví a meterla en el frigorífico hasta la hora de servir.