La galette tiene su origen en Bretaña, Francia, y se utiliza en la cocina francesa para designar masas planas, redondas y algo crujientes. Pueden llevar rellenos dulces o salados. En Bretaña, la galette suele usarse como sustituto del pan. Esta galette es una muestra de cómo ha evolucionado la receta ya que tradicionalmente una galette es un crep típico cuya característica principal es que en vez de usarse harina de trigo se empleo trigo sarraceno.
La receta es muy fácil de hacer. La masa es básicamente masa quebrada. El relleno lo podéis cambiar por otra fruta que tengáis en casa como peras o melocotones e incluso podéis congelarla en porciones si no la vais a tomar pronto. Se conserva perfectamente durante unas cuantas semanas. Luego la descongeláis a temperatura ambiente o con un poco de ayuda del microondas y listo.
Este tipo de galettes se pueden tomar completamente frías o algo templada. Tal cual o acompañadas por algo de nata o helado, al gusto. La semolina de trigo la podéis encontrar en Mercadona :) ¡Vamos al lío!
INGREDIENTES:
Para la masa:
140 gr mantequilla
250 gr harina de trigo
25 gr de semolina de trigo
2 cucharadas de azúcar ó 4 de sucralosa en polvo
2 huevos
Una pizca de sal
Para el relleno:
300 gr de fresas troceadas
2 cucharaditas de maizena
2 cucharadas de azúcar ó 4 de sucralosa en polvo
Mermelada de fresa (opcional)
ELABORACIÓN:
En primer lugar preparamos la masa. Para ello ponemos la
harina, la semolina, el azúcar o sucralosa, la pizca de sal y la mantequilla en
un bol. Mezclamos bien con las manos. Seguidamente añadimos un huevo batido y
seguimos mezclando. Espolvoreamos harina en una superficie lisa y amasamos un
poco más hasta que la masa se trabaje perfectamente y no se quede pegada. Debe
estar jugosa. Hacemos una bola, cubrimos con papel transparente y la guardamos
en el frigorífico durante media hora.
Mientras tanto, lavamos y troceamos las fresas y las dejamos
macerar en un recipiente junto con la maizena y el azúcar o sucralosa.
Sacamos la masa del frigorífico. Espolvoreamos de nuevo una superficie
lisa con un poco de harina y semolina de trigo y estiramos la masa con ayuda de
un rodillo hasta formar una círculo de unos 25-30 cm de diámetro. Ponemos
papel de hornear sobre una bandeja de horno y colocamos nuestra masa circular
encima. Esparcimos las fresas en el
centro de la masa dejando un margen de unos 2 cms. Vamos precalentando el horno
a 180º con calor arriba y abajo. Doblamos el borde de la masa hacia dentro
cubriendo un poco las fresas hasta hacer un pliegue. Pintamos con el otro huevo
batido y espolvoreamos generosamente con semolina de trigo. Horneamos durante unos 45 minutos. Ojo con el
horneado que puede que la masa esté dorada por fuera pero algo cruda por
dentro. Si fuera necesario, según el horno, horneamos a 160º. Si las fresas se
nos secan demasiado podemos pintarlas con algo de mermelada de fresa al sacar
nuestra galette del horno, yo no la necesité.
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