¡Buenos días! Hoy os traigo una receta dulce que nos dejó a todos con la boca abierta, incluso a los que no son tan golosos en casa. Totalmente apta para aquellos que andan cuidando la dieta, una buena porción de este postre no da lugar a remordimiento. Muy sencilla de preparar y económica.Gustará tanto a niños como a mayores y es una forma muy sana de hacer que los niños tomen fruta. El único "pero" que tiene es que necesitas prepararla con bastante antelación (o muy temprano por la mañana o mejor la tarde anterior) para que la gelatina cuaje bien.
Podéis sustituir la fresa por otra fruta o incluso usar varias frutas, eso al gusto. Igualmente, podéis hacer más gruesa la capa de yogur que la de fruta o usar algún yogur con sabor. ¡No tengáis miedo a usar las hojas de gelatina!Vamos al lío :)
INGREDIENTES:
Para la capa con fruta:
una tarrina pequeña de fresas frescas, unos 500 gr. Mejor si son pequeñitas-medianas.
un vaso y medio de agua
4 hojas de gelatina
un poco de edulcorante o azúcar, al gusto
Para la capa de yogur:
2 yogures naturales
4 hojas de gelatina
un poco de edulcorante o azúcar, al gusto
unas gotas de aceite para pintar el molde
ELABORACIÓN:
Quitamos las hojas de las fresas y las enjuagamos. Reservamos. Yo no las troceé pero es cuestión de gustos. Pintamos muuuy ligeramente (para que no nos coja sabor pero sí nos ayude a desmoldar) un molde de unos 22 cm de diámetro. Yo usé uno de plástico en forma de rosco. Ponemos a remojar las hojas de gelatina en un vaso de agua fría y mientras se hidratan calentamos el agua en un cazo pequeño. Cuando vemos que el agua hierve comprobamos que las hojas de gelatina están bien hidratadas (que están muy blanditas) y las incorporamos al agua. Endulzamos al gusto. Removemos bien hasta que se deshagan. Distribuimos las fresas por el molde y vertemos el agua con la gelatina por encima. Dejamos enfríar en el frigorífico al menos 2-3 horas. Tiene que estar completamente cuajada.
Pasado este tiempo preparamos la segunda capa. De nuevo hidratamos las hojas de gelatina en un vaso de agua. Ponemos el yogur a calentar a fuego lento en un cazo pequeño. Endulzamos al gusto y también le podéis añadir algo de ralladura de limón u hojas de menta picadas si queréis aromatizarlo. Cuando el yogur comience a hervir y las hojas de gelatina estén hidratadas pues las incorporamos al cazo. Removemos bien y apartamos del fuego durante al menos 20 minutos para que se enfríe un poco. Sacamos el molde del frigorífico, y pinchamos un par de veces la gelatina ya cuajada para que la siguiente capa se pegue bien. Vertemos poco a poco el yogur. Si la capa de fresas no está bien cuajada se nos mezclará con la de yogur y el postre será un desastre. Volvemos a dejar enfríar en el frigorífico durante al menos 2-3 horas. ¡Listo!
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