Los smoothies están cada vez más de moda por aquí, otra de las adopciones culinarias que estamos acogiendo del mundo anglosajón. Pero, ¿qué diferencia existe entre un zumo tradicional y un smoothie? Vamos con algunas :
1.El zumo se prepara con un exprimidor tradicional mientras que para el smoothie necesitamos una batidora o licuadora.
2. El zumo es más bajo en fibra porque para su elaboración no usamos la piel de la fruta. Para el smoothie se aprovecha todo.
3. Los zumos sacian menos que los smoothies, por lo que suelen ser acompañantes de alguna comida.
4.A las personas con problemas digestivos no suelen tolerar los smoothies por su alto contenido en fibra.
5. Los zumos se oxidan antes así que hay que tomarlos casi al momento.
6. Los smoothies suelen combinar fruta y verdura así como algún tipo de base: agua o leche suele ser lo más común. También se pueden añadir semillas como la chia o el sésamo.
No os dejéis engañar por el color de este smoothie: super dulce. Y lo más importante, rico en fibra y ayuda a depurar. Vamos al lío :)
INGREDIENTES (para dos vasos):
Una manzana
Un plátano pequeño
100 gr de espinacas frescas
Azúcar o edulcorante al gusto
Un vaso de agua fría
ELABORACIÓN:
Enjuagamos las hojas de espinacas y secamos. Pelamos el plátano y lo troceamos. Enjuagamos la manzana y la troceamos, le quitamos el corazón pero no es necesario pelarla. Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora o licuadora, también podéis usar la thermomix, y trituramos y mezclamos bien. Removemos y servimos bien frío. Podemos añadir y picar un poco de hielo. ¡Listo!
Perfecto para tomar a media mañana o para merendar.
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