En esta ocasión debo comenzar hablando un poquito sobre la harina de algarroba y sus propiedades. Por su sabor suele usarse como sustituto del chocolate. La algarroba es una vaina que también se utiliza como alimento para el ganado. Es rica en proteínas y en fibra lo que facilita el proceso de digestión. En cuanto a los carbohidratos, decir que es sumamente energética y que gracias a la presencia de azúcares naturales como la fructosa, glucosa y sacarosa apenas es necesario añadirle azúcar u edulcorante en la preparación del bizcocho. Aporta menos grasas que la harina de trigo convencional y es rica en taninos, un antioxidante natural.
La harina de algarroba no suele encontrarse en los supermercados habituales aunque sí en cualquier herbolario. Suelen venderla en formatos pequeños, 250 gr, y dado que suele combinarse con otras harinas pues el paquete nos da para bastantes usos. Es algo más cara que la harina de trigo o de repostería pero merece la pena el toque de sabor que aporta.
He de confesar que su sabor es algo particular, se asemeja mucho al cacao pero no es exactamente cacao por lo que no es apto para todos los paladares. A mi personalmente me encanta. La textura del bizcocho quedó ideal: esponjoso y suave. El toque de chocolate blanco en la decoración, totalmente opcional, me pareció que contrastaba muy bien con el sabor del bizcocho. Vamos al lío:
INGREDIENTES:
3 huevos
un yogur natural sin azúcares añadidos
una medida de yogur de aceite de oliva
1 y 1/2 medida de yogur de harina de algarroba
1 y 1/2 medida de yogur de harina de trigo
medio sobre de levadura
1/2 cucharadita de bicarbonato
la ralladura de una naranja grande
5 cucharadas soperas de sucralosa en polvo u otro edulcorante o 80-100 gr de azúcar
100 gr de chocolate blanco para decorar (opcional). Yo use chocolate Torrás sin azúcares añadidos
ELABORACIÓN:
En primer lugar, engrasamos un molde ( de unos 20-22 cm de diamétro) con mantequilla y espolvoreamos con harina, tiramos la sobrante y reservamos. Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo. Batimos bien los huevos durante unos 5 minutos con unas varillas eléctricas o manuales para que el bizcocho nos quede bien esponjoso. Seguidamente añadimos el aceite, la ralladura de naranja y el yogur y mezclamos bien. Finalmente, incorporamos los sólidos tamizados: las harinas, la levadura y el bicarbonato. Mezclamos con movimientos envolventes pero sin batir.
Por último, vertemos la masa en el molde elegido y horneamos durante aproximadamente 20-25 minutos (cada horno es un mundo) o hasta que pinchemos el bizcocho con una aguja o cuchillo y este salga limpio. No debemos hornearlo demasiado para evitar que nos quede seco. Pasados 5 minutos desmoldamos y dejamos enfríar sobre una rejilla. Si lo desmoldamos cuando está recien sacado del horno se nos partirá.
Para decorarlo con el chocolate blanco, simplemente calentamos un vaso y medio de agua en un cazo y cuando el agua empiece a hervir ponemos un bol encima con el chocolate partido en trocitos pequeños para que se funda al baño maría. También podemos derretirlo en el microondas, lo vamos programando de minuto en minuto y vamos removiendo y comprobando su estado. Una vez fundido el chocolate podéis utilizar una cuchara para decorar el bizcocho o una manga pastelera.
Espero que os guste. Sed felices :)
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