Bizcocho de avena

     Os presento un bizcocho que nos ha encantado a todos y además es de lo más simple. Vamos, un básico a partir de ahora entre mis recetas dulces. Me llamó la atención la receta porque utiliza avena como sustituto de la harina de trigo tradicional. El resultado, un bizcocho súper esponjoso, lleno de sabor, con una textura un poco más densa pero muy tierno y que además conserva todas la propiedades de la avena. Los ingredientes seguro que los tienes por casa y la preparación es sencilla y rápida. Hasta ahora, creo que es de los mejores bizcochos sin azúcar que he preparado y probado. No dejéis de hacerlo, es perfecto para la merienda o para darle un toque dulce al desayuno. Os dejo el enlace con la receta original y vamos al lío:

http://www.lacocinadealimerka.com/web/index.php/recetas/bizcocho-de-avena

INGREDIENTES:

3 huevos

2 yogures naturales

1 medida de yogur de aceite de oliva suave

2 medidas de yogur de copos de avena

1 medida de yogur de maizena ó harina de trigo

2 medidas de yogur de azúcar ó 50 gr de sucralosa en polvo

2 cucharadas de miel ó 4 cucharadas de sirope de ágave

ralladura de un limón grande ó dos limones pequeños/medianos (bastante ralladura)

1 sobre de levadura

1 cucharada de canela molida (opcional)

una pizca de sal

ELABORACIÓN:

Engrasamos un molde redondo pequeño, unos 20 cm de diámetro. Con la ayuda de un robot de cocina o thermomix trituramos los copos de avena lo máximo posible, reservamos. En un bol mezclamos bien el yogur con el azúcar o sucralosa. Seguidamente, añadimos los huevos uno a uno y vamos mezclando bien. A continuación, incorporamos la ralladura de limón, la miel o sirope de ágave y por último el aceite. Mezclamos bien. Incorporamos los ingredientes secos: los copos de avena triturados, la levadura, la sal, la canela molida y la maizena. Removemos todo bien. Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo y ventilador. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante 40-45 minutos, ya sabéis que cada horno es un mundo. Cuando lo pinchemos con una aguja o cuchillo y esté salga limpio, dejamos enfríar el bizcocho sobre una rejilla. Cuando haya enfraado lo desmoldamos y listo para tomar.