martes, 18 de diciembre de 2018

Roscos de vino

¡Hola cocinillas! ¡Qué ganas tenía de preparar esta receta y de poder tomar unos roscos de vino con todo su sabor y textura característica! Ya sabemos todos que muchos de esos productos "sin" que se comercializan...pues saben a poca cosa. Estos roscos crujen, tienen esa mezcla de sabor a vino dulce, canela y anís tan característicos, se conservan perfectamente una semana en un tupperware o recipiente cerrado y son de lo más sencillo de preparar. Eso sí, un poco de paciencia a la hora de formarlos y estirar la masa, sólo eso. Si os pasa como a mi y os encantan estos sabores y estas recetas tradicionales no dejéis de preparar estos roscos de vino que además no llevan manteca de cerdo por lo que nos ahorramos unas cuantas calorías. La receta que nos ha servido de punto de partida la podéis encontrar en el siguiente enlace: receta de roscos de vino de mi mejor hornada. Por si acaso me retraso en pasar por aquí de nuevo, ¡os deseo unas bonitas fiestas navideñas y todo lo mejor para el 2019! ¡Salud!. Vamos al lío:

INGREDIENTES: (para unos 12 roscos)
250 gr de harina de repostería
40 gr de azúcar ó 50 gr de tagatosa en polvo
100 gr de aceite de oliva
30 gr de mantequilla a temperatura ambiente
40 ml de vino dulce (canasta, vino de Málaga, etc)
1 cucharadita de semillas de sésamo (opcional)
1 cucharadita de semillas de anís molido
1 cucharadita de canela molida
azúcar glas o tagatosa en polvo para rebozar los roscos

ELABORACIÓN:
En primer lugar, templamos el aceite de oliva junto con las semillas de sésamo. No debe estar muy alto y las semillas no deben quemarse. Simplemente doramos un poco y aromatizamos el aceite. Dejamos enfriar. En un bol mezclamos la harina con el resto de ingredientes: el aceite, la mantequilla, el azúcar o tagatosa, la canela, el anís molido y el vino. Mezclamos bien. Ponemos la masa sobre la encimera y acabamos de amasar. Notaréis que cuesta un poco que todo quede bien compacto. Paciencia. Con la ayuda de un rodillo vamos estirando la masa. Mejor en porciones pequeñas. Dejamos un grosor de unos 2 cm y vamos cortando los roscos con la ayuda de varios cortapastas o bien un vaso y algo redondo más pequeño (por ejemplo un pelador/descorazonador de manzana) para hacer el agujero del centro. Reciclamos la masa que nos va sobrando y la incorporamos al resto . Seguimos estirando con el rodillo y cortando hasta que la masa se acabe. Ponemos papel de hornear sobre una bandeja de horno y vamos colocando nuestros roscos. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo y ventilador.  Horneamos entre 15-20 minutos o hasta que veamos que los roscos se doran. Los sacamos del horno y dejamos enfriar simplemente un par de minutos. En cuanto podamos manipularnos sin quemarnos los rebozamos en el azúcar glas o la tagatosa en polvo que tendremos preparara. 














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