lunes, 2 de noviembre de 2015

Tarta de queso y chirimoya

   Buenas tardes :) Antes de detallar la receta, os pido perdón por la poca calidad de las fotografías. No tenía la cámara en ese momento y entre la poca calidad de mi teléfono móvil, las ganas de hincarle el diente a la tarta  y lo nublado que estaba el día, mucho más no se pudo hacer.Aquí os dejo la receta original para que podáis echarle un vistazo a las bonitas fotos:
http://atrapadaenmicocina.blogspot.com.es/2013/11/tarta-de-queso-y-chirimoya.html
     Andaba yo buscando recetas con productos otoñales (calabaza, frutos secos,membrillo, etc) cuando me tropecé con esta receta. ¿Chirimoya? Esa fue mi primera reacción. Ya sabéis que adoro las tartas de queso así que cuando vi la combinación no pude resistirme a leerla. Parecía fácil y rápida de elaborar y sobre todo deliciosa. Nunca había probado ningún postre con chirimoya y mucho menos una tarta de queso. El resultado no pudo ser mejor.
   La preparación es muy sencilla. Siguiendo la receta, hemos dejado a un lado la base tradicional con galletas y mantequilla y la capa de mermelada. Podéis usar algo de sirope de ágave o miel como cobertura. Yo preferí saborear todo el dulzor de la propia chirimoya y no le puse nada. Os recomiendo que uséis chirimoyas que estén tiernas, para que sea más fácil obtener la pulpa, y con pocas marcas de huesos en la piel para que no sean demasiados los huesos con los que nos tropecemos. Para sacar la pulpa, podéis ayudaros con un colador o simplemente usar vuestras manos que fue lo que hice yo. La textura de esta tarta es compacta, algo menos suave de lo habitual. Babeo mientras os escribo la receta. En fin, vamos al lío:

INGREDIENTES:
500 gr de pulpa de chirimoya
5 huevos
400 gr de queso crema
100 gr de azúcar ó 50 gr de sirope de ágave
un poquitín de extracto de vainilla (opcional)
miel/sirope de ágave para la cobertura (opcional)

ELABORACIÓN:
 Partimos en dos las chirimoyas y vamos sacando la pulpa. Esta es la parte más tediosa de la receta. La ponemos en un bol. Después, incorporamos el resto de los ingredientes y batimos bien con la batidora o la thermomix. Simplemente debemos asegurarnos de que está todo bien mezclado y obtener una crema fina, de lo contrario le meteremos demasiado aire a la masa. Engrasamos el molde con mantequilla y un poco de harina (para una mejor presentación es aconsejable un molde desmontable, yo opté por un molde de cristal porque era lo que tenía disponible en ese momento. Cuanto menos diámetro tenga el molde, más alta y vistosa quedará la tarta y mayor será el tiempo de cocción, una hora aproximadamente).
Precalentamos el horno a 180ºC. Ponemos la rejilla en la tercera ranura (hacia la mitad del horno) y una bandeja con agua en la siguiente ranura. Horneamos la tarta hasta que esté totalmente cuajada, unos 35-45 minutos aproximadamente o hasta que al pincharla el cuchillo esté totalmente limpio. 
La sacamos del horno y la dejamos enfríar antes de meterla en el frigorífico durante al menos un par de horas. Mejor si la preparamos de un día para otro y la sacamos del frigorífico una hora antes de tomarla.





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